Un día, un artista me dijo que saliera de mi cabeza cuando caminaba y comenzará a apreciar cada pequeño detalle que me rodeaba, ya que sólo así notaría que hay una perfecta armonía en todas las cosas, que se convertían en una genuina obra de arte en cada detalle.
En busca de ese objeto que en mi camino hubiera pasado desapercibido, comencé a observar todas las cosas que me rodeaban y captarlas como una obra de arte; por mi cabeza pasaron muchas cosas, pero ninguna cumplía con las expectativas que deseaba, hasta que al fin encontré esta imagen, esta foto, como si alguien hubiera dispuesto los elementos de esa forma para crear una armonía casi perfecta entre cada uno de ellos.
Pero ¿Qué fue lo que me cautivó?, quizá fueron los distintos objetos que nunca había visto o más bien detallado en mi camino, catalogados como basura y por tal razón desechados o la elegancia que tomaron por la humedad de la lluvia, que avivó sus colores y texturas.
Solo hay que ver el contraste entre los diferentes colores de las plantas que se encuentran a su alrededor, las ondas producidas en la potera por las gotas de lluvia y las diferentes texturas que se pueden observar en cada lugar de la fotografía que transmite paz, vida y diversidad a los observadores.
Decidí llamar a esta fotografía “C'est la vie” que significa “así es la vida”, porque todos somos de colores, texturas, formas y pensamientos distintos lo que llena nuestra cotidianidad de tanta diversión.
Esto fue algo que siempre había estado en mi camino, pero nunca había percatado. Mira tu camino con nuevos ojos, sólo así descubrirás la obra de arte en la cúal vives.
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