Hace mucho tiempo que había llegado a ese lugar, hace mucho tiempo que su corazón se estremecía con lo que allí vivía, hace mucho tiempo que sus ojos lloraban por lo que allí sentía, hace mucho tiempo sentía algo maravilloso que no podía negar.
En su ignorancia, sentía miedo: de quedarse sola, de alejarse de su familia, de no agradar a los que la rodeaban, por lo que no se decidía a dar el siguiente paso. Pasarón muchos años, pero al fin llegó, quitando el velo que se encontraba sobre sus ojos y viendo la vida desde otra perspectiva.
Había comenzado una nueva vida, una nueva historia; ya no quería echar marcha atrás, había sentido la gloria de Dios y se había enamorado de su presencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario