martes, 10 de mayo de 2011

Mi mundo y yo

Sumergida en mis pensamientos no me importaba lo que pasaba a mi alrededor, mis pasos eran rápidos y firmes, esperaba con ansias poder llegar cuanto antes a mi casa; a mi alrededor muchas personas pasaban, me miraban y hasta me "halagaban", pero eran aquellas cosas que se oyen pero no se escuchan.

Eramos simplemente mi mundo y yo, caminando por un largo sendero de soledad; sin embargo, llegando al final del camino, mi mundo se derrumbó y mis pensamientos se dirigieron hacía él:

Caminaba delante de mi, pero no por eso su particularidad dejó de atraerme, sus pasos eran rápidos, pero cuidadosos, su mano derecha tendía del hombro de su gran amigo, mientras la derecha sujetaba firmemente la mano de su madre.

Era un niño, físicamente igual a ti o a mi, pero en su interior mucho mas grande y especial que todos nosotros juntos, se trataba de un niño autista, encerrado en su mundo, que no es ni como el tuyo, ni como el mio, ni la combinación de ambos, se trata de un mundo único en el que él es el único protagonista.

Solo veía su espalda y aunque su madre le hablara, él no la miraba, por el contrario se fijaba en todas esas cosas que estaban alrededor, que nadie más aprecie y detalla como ellos.

En su camino se encontró con un árbol y quedó cautivado por este, soltando la mano de su madre para tocar sus hojas verdes, fue en ese momento cuando vi su mirada, cuando vi su alma y la inocencia en su interior; sin embargo, este momento no duró demasiado, ya que la soledad lo abordó y persiguío a su madre, volviendo a sujetar fuertemente su madre.

Mi mundo había desaparecido y sólo quería entrar en el de él, seguí sus pasos, pero mi sendero terminaba y el de él continuaba ... a diferencia de su mundo, el mio había quedado reducido a simples tonterías banales que al final no llevan a nada.

Su felicidad me atrajo, su inocencia me cautivó y su mundo me provocó admiración; por un momento quisiera que todos respetarán el mundo de los demás como respetan el suyo propio, para así descubrir las maravillas que se esconden detrás de lo que podemos observar a simple vista.

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