No hay demasiado tiempo para sentir nostalgia, pues el trabajo con los niños ocupa toda mi mente, además de que no es un sentimiento que esté muy presente en mí pues Dios se ha encargado de poner ángeles en mi camino que desde que llegué me han cuidado y me han hecho sentir como en casa, como si estuviera en mi verdadera familia.
Este viaje sólo está empezando y muchas serán las historias que escribiré en este lugar, lejos de mi hogar, lejos de mis amigos, lejos de mi familia, donde mi nuevo hogar, mis nuevos amigos, mi nueva familia serán los protagonista de lo que viva y sienta aquí. Eso sí, sin olvidar las hermosas personas que dejé en mi caliente Barranquilla, que me acompañan diariamente en mi corazón.
Nunca imaginé que así sería mi llegada y espero que sigan pasando cosas nuevas, buenas, maravillosas, que me hagan sentir que estoy en mi verdadero hogar; por allí dicen que el hogar es donde el corazón está, pero yo digo que tu verdadero hogar es cuando sientes la presencia de Dios en tu vida, incluso cuando estas a muchos kilómetros lejos de tu familia.
Oficialmente tengo una semana en Santa María y debo admitir que no ha sido lo que esperaba, pues en mi mente nunca pasó que conocería a tantas personas y que compartiría tantas historias con ellas además de que aquí con cada paso que he dado y persona que he conocido,visto he visto la gracias y el favor de nuestro Padre Celestial.
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Mi cuerpo es como un vaso, que esta siendo llenado por el clima frió de esta nueva ciudad, pero que no deja de sentir el fuego que proviene de mi país, de las personas que amo. |
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