Hay días en que las cosas parecen ir de mal en peor y la mayoría de veces esto no es consecuencia de las personas que nos rodean o de las situaciones que acontecen a nuestro alrededor; muchas veces todo esto es una jugarreta más de nuestra mente.
Ayer desperté así, por alguna razón todo me molestaba, irritaba a mis compañeros de viaje y no hacía nada más que quejarme. Por mi mente pasaban cosas como : Ellos no quieres estar contigo, no les importas, eres simplemente un estorbo, PONTE RABIOSA Y DEJA QUE ELLOS LO NOTEN.
No quería regresar a mi apartamento, no quería encerrarme en mi mente, pero fue en ese lugar estando sola, donde entendí que todo eso no era más que un sentimiento de nostalgia. Extrañaba mi casa y esa fue mi manera de demostrarlo.
Gracias a Dios, cuando comienza a llover, siempre habrá alguien que te regale una sombrilla; mi prima, mi bestie, lo hizo ese día.
Hoy ya todo está mejor, peor amanecí con un pensamiento en mi cabeza: SE EL CAMBIO QUE QUIERES VER. Ya no me quiero quedar sentada y eso no significa que tenga que correr, sólo que si no me gusta algo de alguien tengo que decírselo o lo más difícil, si no me gusta algo de mi tengo que cambiarlo.
Hay días en los que uno simplemente se levanta y dice: hoy NO, mientras que en otros un hermoso sol te salida en un helado clima y a pesar de todo lo que paso dices: HOY SI :)
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